Lo que comenzó como una campaña de ataques políticos infundados terminó con una contundente reivindicación para el excontralor general Carlos Felipe Córdoba. Este miércoles, en una audiencia de conciliación celebrada en la Corte Suprema de Justicia, el senador Ariel Ávila rectificó públicamente sus señalamientos, reconociendo que no existieron irregularidades en los títulos académicos del exfuncionario.
El proceso tuvo origen en mayo de 2024, cuando el senador Ávila, miembro de la Alianza Verde, emprendió una serie de acusaciones en redes sociales y en el Congreso, poniendo en duda la formación profesional de Felipe Córdoba. Ávila llegó a insinuar que el excontralor había obtenido de forma “milagrosa” su carrera y un doctorado, sin siquiera asistir a clases, en un intento por desacreditarlo públicamente y minar su posible proyección hacia cargos de alta responsabilidad como la Procuraduría General de la Nación.
Ante este escenario de ataques, Córdoba decidió actuar con firmeza y llevó el caso ante la Corte Suprema, interponiendo una denuncia por injuria y calumnia. En sus declaraciones, el excontralor dejó claro que todas las afirmaciones del senador eran falsas y lesivas de su buen nombre. Aportó pruebas, certificaciones académicas y documentos que demostraban de forma irrefutable su trayectoria formativa, incluyendo su título de Gobierno y Relaciones Internacionales del Externado (2004) y el posterior proceso de homologación con el Politécnico Grancolombiano para cursar Derecho.
La audiencia de conciliación, lejos de la confrontación política habitual, permitió un espacio sereno para el diálogo. Con un café de por medio y los hechos sobre la mesa, quedó claro que no existió ninguna anomalía académica en la hoja de vida de Córdoba. Ante esto, el senador Ariel Ávila reconoció que no había base para sus acusaciones, rectificando su postura frente al país y cerrando así un capítulo que intentó empañar injustamente la reputación de un servidor público íntegro.
La actitud del excontralor, serena pero firme, fue clave para desmontar lo que muchos consideran un intento de desprestigio en un contexto político cada vez más hostil. Con esta rectificación, no solo se confirma su integridad, sino que también se sienta un precedente importante en defensa de la honra frente a la desinformación.
Pipe Córdoba reiteró que seguirá trabajando desde la legalidad, el mérito y la verdad, sin permitir que las pasiones políticas desdibujen su compromiso con Colombia.