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Nueva Normativa Aclara la Fecha Límite para el Pago de Arriendos en Colombia

El Fin de la Incertidumbre en los Contratos de Renta

Una reciente legislación colombiana ha zanjado la histórica controversia sobre los plazos exactos para liquidar la renta de propiedades urbanas. Esta claridad legal beneficia tanto a inquilinos como a propietarios, al formalizar las reglas que rigen una de las formas más comunes de acceso a la vivienda en el país: el arrendamiento mensual.

Según reportes del medio especializado Semana, la relación de arrendamiento se formaliza mediante un documento que establece el monto, la duración y los compromisos mutuos. Si bien los acuerdos escritos son la norma, la ley también reconoce la validez de los pactos verbales, siempre y cuando las condiciones clave se definan de forma inequívoca.

Históricamente, el momento del pago ha sido un foco de fricción. La falta de especificación precisa en algunos contratos llevó a que los dueños aplicaran criterios discrecionales y a que muchos arrendatarios desconocieran el verdadero margen que les otorgaba la ley. Para subsanar estas ambigüedades, el marco legal vigente ofrece directrices claras.


🏛️ La Ley 820 de 2003: El Marco Jurídico del Arrendamiento

La Ley 820 de 2003, que rige el alquiler de vivienda urbana en Colombia, es el instrumento que busca balancear las responsabilidades de las partes. Aunque la legislación no estipula un día único nacional para el pago, sí exige que el contrato defina la fecha exacta de cumplimiento de esta obligación.

Cuando el acuerdo contractual establece una fecha específica, esta es la referencia inmutable. La norma impide que se exijan pagos por adelantado o que se desconozca el periodo acordado.

Semana señala que, por costumbre, muchos contratos incluyen un plazo de gracia de hasta cinco (5) días hábiles posteriores a la fecha oficial de pago. Esta práctica generalizada en el país se ha vuelto un estándar para otorgar un margen razonable a los inquilinos, especialmente cuando la fecha límite cae en fines de semana, festivos, o coincide con ajustes en los ciclos de nómina laboral.

No obstante, expertos legales insisten en que el plazo definitivo siempre debe figurar explícitamente en el contrato. Cualquier variación debe ser mutuamente consentida, siempre y cuando no contravenga las directrices generales de la ley. La documentación escrita se convierte así en la prueba irrefutable para evitar conflictos sobre pagos tardíos.


🔑 Beneficios y Prohibiciones Adicionales

La estipulación clara de la fecha de pago resulta vital:

La legislación también aborda otro punto recurrente de discordia: la prohibición explícita de solicitar depósitos o sumas de dinero adicionales como requisito para entregar el inmueble. Exigir garantías económicas extra está catalogado como una infracción y es motivo de denuncia, siendo este un conflicto habitual, especialmente en los acuerdos de palabra.

En conclusión, la claridad sobre las fechas de pago minimiza los desacuerdos derivados de interpretaciones informales. Si el contrato fija la fecha y el eventual periodo de gracia, este debe acatarse estrictamente, ya que su incumplimiento genera intereses de mora, reclamaciones, o puede desencadenar procesos de restitución del inmueble.

Finalmente, Semana recalca la importancia de la revisión exhaustiva del contrato antes de su firma, verificando las condiciones de pago, las renovaciones, los ajustes de precio y las obligaciones. Una lectura completa previene malentendidos y proporciona el marco legal para manejar cualquier disputa.

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